miércoles, 21 de febrero de 2018

La importancia de recibir apoyo en nuestra vida


Muchos estudios señalan que el apoyo emocional es un factor de protección importante para enfrentar las mayores dificultades de la vida. La desolación se ha asociado con una amplia variedad de problemas de salud, incluida la hipertensión arterial, la disminución de la inmunidad, las enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo.

De hecho, los bajos niveles de apoyo social incluso se han relacionado con un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, enfermedades infecciosas y cáncer. Somos seres gregarios. Los demás nos aportan una cantidad de elementos que nos permiten mantener el equilibrio físico y psicológico.

Los beneficios del apoyo social

El apoyo y la compañía de los demás es muy importante. Infortunadamente, muchas personas sienten que no tienen acceso a este valioso recurso, y otras muchas se consideran incapaces de acudir a los demás para pedir ayuda. De hecho, dicen los expertos, casi todos nos beneficiaríamos mucho del apoyo social y emocional. Y aunque pueda parecer contradictorio, tener un fuerte apoyo social en realidad puede hacer que seamos más capaces de lidiar con nuestros propios problemas, mejorando nuestra autoestima, autocuidado y sentido de autonomía y autoeficacia.

El consejo y atenta escucha que recibamos en un momento de crisis, puede influir mucho en la valoración que hagamos de aquellas situaciones a las que nos enfrentemos. Por otro lado, nuestra autoestima, autoeficacia y sensación de control interno se pueden ver acrecentados por la empatía y el apoyo psicológico que recibimos de las personas cercanas.

Por lo tanto, si nuestra red de apoyo social nos ayuda a regular nuestras respuestas emocionales y nos refuerza cuando intentamos actuar ante los conflictos, nos está impulsando a hacerles frente de una mejor manera.

Saber buscar una adecuada red de apoyo es muy importante. Hay quienes tienen muchas dificultades a la hora de brindar apoyo, así deseen hacerlo de manera sincera y desinteresada. Este tipo de personas puede ser, en sí misma, una fuente de confusión, ansiedad y estrés para quien requiere apoyo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando las personas que intentan colaborarte se comportan de manera excesivamente protectora. Limitando el empleo de los diversos mecanismos de afrontamiento ante las situaciones complejas que se te presentan; o cuando quién te ofrece su ayuda, lo hace de mala gana o carece de empatía, actitud prudente o la paciencia necesaria para escucharte o ponerse en tu lugar. O en otras ocasiones, aquel individuo que es excesivamente crítico, te devalúa como interlocutor, exige beneficios a cambio de su apoyo, o intenta imponer su propia manera de pensar, sin respetar la condición por la que estás pasando.

Afortunadamente hay mucha gente a nuestro alrededor que puede brindarnos un apoyo oportuno y generarnos posibilidades para salir adelante en los momentos difíciles. En realidad, no necesitamos una gran red de amigos y familiares para beneficiarnos del apoyo social. Algunas personas encuentran gran camaradería entre un puñado de personas, ya sean compañeros de trabajo, vecinos o amigos de su iglesia o institución religiosa, por ejemplo. Infortunadamente, las habilidades sociales no siempre fluyen de manera natural y sencilla. Hay muchas personas que tienen problemas para establecer y mantener en el tiempo las conexiones sociales. Muchos otros pierden sus conexiones establecidas debido a cambios en la vida, como la jubilación, exilio, la reubicación o la muerte de un ser querido. 

En cualquier caso, es muy importante forjar nuevas conexiones para aprovechar los beneficios de una red de soporte saludable. Una red social contiene conceptos importantes como: la cuantía, las particularidades y las cualidades de las relaciones sociales, aunadas a cómo las percibimos.

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