miércoles, 21 de febrero de 2018

Estrés y bienestar emocional, ¿relación imposible?


El fenómeno del estrés suele interpretarse en referencia a una amplia gama de experiencias, entre las que figuran el nerviosismo, la tensión, el cansancio, el agobio, el desequilibrio, la inquietud y otras sensaciones similares, como la desmesurada presión social, escolar, laboral o de otra índole. Igualmente, se lo atribuye a situaciones de miedo, temor, angustia, pánico, afán por responder, vacío existencial, celeridad por cumplir metas y propósitos, incapacidad de afrontamiento o incompetencia para hacer frente a las demandas de la vida cotidiana.

Estrés y bienestar, ¿posible relación?

La relación entre ambas no necesariamente es excluyente. Niveles de estrés derivados de tener que hacer frente a situaciones amenazantes o altamente demandantes, no es lo que define en esencia a una persona. Se pueden tener respuestas de estrés puntuales ante hechos específicos, pero esto no elimina la posibilidad de estar satisfechos y sentir bienestar en otros asuntos de la vida.

Lo que sucede es que como las respuestas de estrés generan un desequilibrio o malestar intrusivos y disruptivos, entonces la atención de la persona va hacia estas respuestas, procurando una superación inmediata de esta reacción, lo cual conlleva a que se ignoren o se minimicen las variables positivas, protectoras y que brindan seguridad al sujeto.

Esto hace que la percepción de bienestar disminuya y las variables asociadas con sentirse bien, sean subestimadas y de poca atención, lo que hace pensar que todo nuestro estado gira en función de la respuesta de estrés.

Ante esto, se puede entender que no se trata de evitar situaciones o estímulos relacionados con nuestras manifestaciones de estrés, sino aprender a regularlas para que sean lo menos nocivas presentes. Tener confianza en que las situaciones generadoras de estrés se pueden controlar, y que su desarrollo depende en gran parte del manejo subjetivo que se dé a la situación.

Presentar manifestaciones de estrés no significa que toda la vida deba girar en torno al problema, pues definitivamente “somos más que el problema”. La dificultad no se remite solo a la situación en sí, sino que está más relacionada con la percepción que tenemos de ella, lo que indica que la respuesta de estrés está mediatizada por la forma en que nos relacionamos con los estímulos.

Entonces, si asumimos que experimentar algún nivel de estrés no es excluyente de otras manifestaciones positivas, asociadas al bienestar, encontraremos en nosotros mismos factores de protección que nos animan para afrontar las demandas percibidas. Por ejemplo, cuando afrontamos un problema que debemos resolver, tenemos dos opciones: Hacer anticipaciones negativas, que son generadoras de estrés disfuncional, o pensar de manera positiva, con confianza en nuestras potencialidades, haciendo un plan adecuado para afrontarlo. Por ejemplo cuando vamos a asumir una situación evaluativa, como un examen en la universidad, una entrevista de trabajo o intentar conquistar a una persona, podemos pensar negativamente, anticipándonos a un eventual fracaso, lo que nos lleva a tener actitudes derrotistas, o por el contrario, pensar positivamente, creer en nuestras potencialidades y poner todo nuestro empeño en obtener el resultado que deseamos. Así, el estrés y el bienestar pueden coexistir al mismo tiempo en las personas. Enfrentar situaciones dificultosas nos lleva a activaciones biológicas y emocionales que nos movilizan a la acción. Está en nuestras manos dejarnos abrumar por las demandas del hecho o, por el contrario, aprovechar esta activación como impulso a la acción que nos motive para superar cualquier adversidad.

Somos seres dinámicos, en constante movimiento. La homeostasis o equilibrio no consiste en permanecer inertes frente a la vida, sino en una constante preparación para sortear las diversas situaciones que constituyen nuestra realidad. En esa dinámica vital, el estrés y el bienestar parecen coexistir como dos realidades que permiten dinamizar nuestra existencia. El bienestar aparece como una pretensión humana, que nos permite definir metas tendenciosas hacia la felicidad, mientras el estrés, bien manejado, se erige como el motor que nos motiva a superar las adversidades de la vida.



Mil veces me fallé, pero hoy por fin me perdoné


Miro de reojo el pasado sin poder evitar recordar los momentos que pase, las heridas, las decisiones equivocadas, las caídas.


Sé que confié en palabras falsas, en promesas que no tenían la intención de ser cumplidas, deje que jugaran con mis ilusiones, que rompieran en pedazos mis pasiones, creí en mentiras y contradicciones.

Me equivoque cuando entregue mi amor a quien no lo supo cuidar, fallé más de una vez cuando mis besos le entregue a quien no me sabía querer, fallé al creer que podía cambiar la perspectiva de alguien más, su manera de amar, pero sobre todo, me fallé a mí misma por sobreponer a los demás antes que a mí, fallé también cuando perdoné a quien no lo merecía, y cuando me desquité con el que menos debía.

Hoy es momento justo para perdonar, para volver a empezar, para dejar el pasado atrás y caminar de frente, con la cara en alto; el momento justo para volver a reír, para volver a soñar, el momento exacto para recordar cómo se siente la felicidad.

Fallé mil veces, lo sé, pero hoy puedo comprender que es de humanos errar, que esto nos enseñará el valor para cambiar, para aprender, para valorar. Es normal caer, el error está en acostumbrarse al suelo, aferrarse a él por miedo a levantarse, por miedo a volver a caer. Fui así como me levanté del suelo, sacudí mis rodillas y camine de nuevo; amé sentir el viento en mi cara, mis pasos firmes al andar, sin miedo, sin rencores, sin complejos.

Me perdoné, por fin me perdoné, volví a creer en mi capacidad para volar, para alcanzar mis metas, para seguir mis sueños, para reír sin miedo. Entendí que cada nuevo día es una oportunidad distinta para intentarlo de nuevo, para empezar de cero. Aprendí a basar mi confianza en mis ganas de vivir, y no en mi angustia por fallar de nuevo, aprendí que ningún camino está trazado con tinta indeleble, que solo yo puedo cambiar la ruta, de trazar alguna que me acerque un poquito más a mis sueños.
Me fallé, pero me perdono… y estoy ansiosa por comenzar de nuevo.

13 ingredientes necesarios para cocinar una relación perfecta


Si supiésemos cuál es la clave para tener un matrimonio perfecto, nos iría mucho mejor, ¿verdad? Sin embargo, las tasas de divorcios parecen aumentar continuamente y la convivencia en pareja tiene que afrontar cada vez más dificultades que no existían en momentos pasados, como una mayor incertidumbre laboral o una creciente incapacidad para conciliar la vida personal con la laboral. Por ello no es de extrañar que se haya disparado el número de psicólogos dedicados a la terapia matrimonial.


Una de ellas es la doctora y profesora de la Universidad de Pensilvania Judith Coche, que en sus publicaciones ha intentado identificar cuáles son las cualidades que definen a las parejas que mejor funcionan. La autora ha desarrollado el modelo Psicoterapia de Pareja en Grupo que posteriormente ha aplicado Laurie Abraham en el superventas The Husbands and Wives Club, un ensayo sobre la terapia matrimonial.

En un reciente artículo, Coche explicaba que se siente afortunada por ser capaz de proporcionar a las parejas ?y a sus descendientes? la posibilidad de seguir adelante con su relación, a pesar de las dificultades. Por eso, durante las vacaciones del año 2009 comenzó a apuntar algunos de los paralelismos entre una buena comida mediterránea y los ingredientes del matrimonio feliz. Ella misma ha terminado poniendo en práctica esta receta y utilizándola como guía para las parejas que pasaban por su consulta.

Para ello, solicitaba a los participantes que evaluasen del 1 al 5 cada uno de los siguientes ítems. Como la psicóloga recuerda, perfeccionar dicha receta es un proceso que lleva toda una vida, y aunque en diferentes momentos de la relación algunos de los ingredientes puede abundar más que otro, el objetivo principal debe ser conseguir que el matrimonio no sea un obstáculo o una fuente de frustraciones, sino que proporcione los momentos más felices de nuestras vidas.

1. Comprometerse plenamente con la autodisciplina necesaria para practicar el amor virtuoso todos los días.

2. Insistir en hábitos que mantengan la seguridad financiera de la pareja.

3. Mantener el sentido del humor independientemente de la severidad de los desastres que puedan acontecer.

4. Priorizar el perdón de ti mismo y de tu pareja.

5. Proporcionarse placer mutuamente, creando alegría a todos los niveles durante toda la semana.

6. Construir las bases de una conciencia sexual segura a través de la honestidad plena, especialmente en los casos más dolorosos.

7. Celebrar la historia compartida durante todas las vacaciones y eventos familiares.

8. Escuchar por completo a tu pareja, especialmente cuando no quieres oír lo que te va a decir.

9. Reservar un tiempo privado para estar solos el uno con el otro todos los días.

10. Apreciar las diferencias entre tu pareja y tú.

11. Tener la disciplina suficiente para tratar a tu pareja como si fuese tu mejor amigo.

12. Minimizar la dureza y maximizar los abrazos, los besos y las caricias.

13. Camina erguido y orgulloso al lado de tu pareja amada.

A continuación, la terapeuta sugiere que cada uno se fije en los aspectos en los que ha obtenido una puntuación más alta y aquellos en los que esta era más baja con el objetivo de identificar sus flaquezas y ponerles solución.

En muchos casos, no se trata más que de proporcionar “energía fresca” a una relación enquistada en viejas coordenadas, como ocurría con una pareja de pacientes, a los que señaló que “vivían en esa especial situación de soledad reservada a los matrimonios que saben cómo aparentar intimidad con sus parejas pero que se sienten condenados a una vida juntos emocionalmente baldía”. No tiene por qué ser así, asegura, y está en nuestra mano revertir la situación.

Los efectos de una infidelidad en tu interior


Las relaciones extramatrimoniales (estables, permanentes o reiterativas) son, por definición, los desfalcos sentimentales más ruines; traen consecuencias psicológicas enormes debido a su alta dosis de premeditación y alevosía. Es como un incendio fuera de control: no importa lo que haya en su camino, va a arrasar con todo. El problema es que el incendiario, siendo consciente de los daños producidos y teniendo la capacidad de controlar el siniestro, le sigue echando más leña al fuego. No estamos hablando de justificar una aventura casual y aislada, sino de marcar una diferencia fundamental en la manera de ser infiel. 


Momento terrible aquel cuando se descubre que la pareja, a quien tanto se ama, abrió una sucursal afectivo/sexual a nuestras espaldas. Muy pocos eventos estresantes generan tantas repercusiones negativas y tan variadas. Marido, mujer, hijos, amigos, familiares, amado y concubina, todos se ven afectados y entran en este infame revolcón: ¡No queda títere con cabeza!

La infidelidad es una de las principales causas de separación y violencia al interior de las familias. Si tenemos en cuenta que la duración promedio de una relación de amantes oscila entre 1 o 2 años, es fácil imaginar los desastres, las desventuras y los demandes ocasionados en tanto tiempo. No existe un armazón tan duro como para soportar tal ataque emocional.

Aunque el infiel experimenta un cóctel de sensaciones dolorosas (culpa, miedo, reproches, inseguridad), la víctima del engaño sufre mucho más. 

Cuando se descubre la traición, aparece un enredo emocional difícil de precisar: depresión, resentimiento, ira, hostilidad, ansiedad, decepción, venganza, envidia, soledad, aislamiento, frustración y una baja fulminante en la autoestima. La opción de no saber qué pasa tampoco es muy lisonjera, porque de todas maneras se percibe el alejamiento afectivo y la frialdad de la pareja, la infidelidad puede ser invisible, pero siempre se siente. Hay una sospecha encubierta, una vocecita que susurra al oído: “Algo anda mal”.

Pero el ataque más impactante de la infidelidad lo sufre la confianza. La lealtad sufre una paliza despiadada y te llevas ambas manos a la cara mientras te ahogas en el asombro de la mentira inesperada: “Ya no sé si podré confiar nuevamente en ti” o “¿cómo fuiste capaz de herirme de esa manera?”

La certeza de estar con alguien confiable es fundamental para establecer cualquier vínculo interpersonal saludable. Si queremos entregarnos verdaderamente y construir una buena relación de pareja, los humanos necesitamos un entorno emocional seguro. Si no obtenemos esta garantía primaria, el amor comienza a patinar.

A esta sensación de sosiego y tranquilidad afectiva la llamamos confianza básica y sólo se puede alcanzar cuando se cumplen los siguientes criterios fundamentales dentro de la relación de pareja:
"Estarás ahí cuando te necesite".
"Me protegerás cuando sea necesario hacerlo".
"Serás sincero en lo fundamental".
"Nunca, en ninguna circunstancia, me harás daño intencional".

El compromiso de lealtad afectiva gira alrededor de estos cuatro elementos, los cuales suelen ser tácticos, no negociables y ni siquiera discutibles. Los cuatro, ni uno, ni dos, ni tres: cuatro. Cuando alguno de ellos se irrespeta, resultas "durmiendo con el enemigo".

Si le pides a un amigo guardar un secreto importante y él, luego de asumir el compromiso, lo divulga solapadamente ¿qué pasaría con la amistad? ¿Qué harías tú en en los zapatos de tu amigo? ¿La amistad continuaría? Posiblemente, le concedas otra oportunidad, pero tal vez ya no sería lo mismo. ¿No se habría resquebrajado algo en tu interior? ¿Volverías a creer en él? ¿Le darías nuevamente tu voto de confianza? Difícil, ¿verdad? Cuando la persona amada nos decepciona, la consecuencia parece inevitable y natural: un rayón en el disco duro y una alteración en la confianza básica.

No se puede traicionar de manera indolora. Si violas el compromiso fundamental - aunque adornes con arandelas, música, disculpas y defensa - producirás dolor.

Algunos sostienen que si el amor es mucho, podrían perdonar la típica aventura (aislada, inesperada, intrascendente), obviamente, si no se repitiera. Otros más ortodoxos, jamás la disculparían: no habría indulto posible. Dos posiciones, dos maneras de amar. No obstante, lo único seguro, es que si la convicción y la seguridad de poder contar con el otro dejan de existir, el amor se vuelve insostenible.

La infidelidad puede llegar en cualquier momento, tan sorpresivamente que suele agarrarnos fuera de base, con la guardia abajo. Seguramente, tú, tus amigos, familiares o conocidos han experimentado el devastador paso de una traición en sus vidas. Sea como víctima o verdugo, el rastro emocional es profundo. ¿Habrá alguna solución o medida preventiva contra la infidelidad? ¿Podría existir un antídoto capaz de curar el dolor de una infamia amorosa? Una buena técnica para alejar la tentación de ti y de tu pareja es aprendiendo a vivir el amor saludablemente, identificando esos elementos que permiten evitar comportamientos enfermizos. Si quieres vivir la experiencia de un amor constructivo en pareja y alejar al máximo la aparición de un o una amante

La importancia de recibir apoyo en nuestra vida


Muchos estudios señalan que el apoyo emocional es un factor de protección importante para enfrentar las mayores dificultades de la vida. La desolación se ha asociado con una amplia variedad de problemas de salud, incluida la hipertensión arterial, la disminución de la inmunidad, las enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo.

De hecho, los bajos niveles de apoyo social incluso se han relacionado con un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, enfermedades infecciosas y cáncer. Somos seres gregarios. Los demás nos aportan una cantidad de elementos que nos permiten mantener el equilibrio físico y psicológico.

Los beneficios del apoyo social

El apoyo y la compañía de los demás es muy importante. Infortunadamente, muchas personas sienten que no tienen acceso a este valioso recurso, y otras muchas se consideran incapaces de acudir a los demás para pedir ayuda. De hecho, dicen los expertos, casi todos nos beneficiaríamos mucho del apoyo social y emocional. Y aunque pueda parecer contradictorio, tener un fuerte apoyo social en realidad puede hacer que seamos más capaces de lidiar con nuestros propios problemas, mejorando nuestra autoestima, autocuidado y sentido de autonomía y autoeficacia.

El consejo y atenta escucha que recibamos en un momento de crisis, puede influir mucho en la valoración que hagamos de aquellas situaciones a las que nos enfrentemos. Por otro lado, nuestra autoestima, autoeficacia y sensación de control interno se pueden ver acrecentados por la empatía y el apoyo psicológico que recibimos de las personas cercanas.

Por lo tanto, si nuestra red de apoyo social nos ayuda a regular nuestras respuestas emocionales y nos refuerza cuando intentamos actuar ante los conflictos, nos está impulsando a hacerles frente de una mejor manera.

Saber buscar una adecuada red de apoyo es muy importante. Hay quienes tienen muchas dificultades a la hora de brindar apoyo, así deseen hacerlo de manera sincera y desinteresada. Este tipo de personas puede ser, en sí misma, una fuente de confusión, ansiedad y estrés para quien requiere apoyo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando las personas que intentan colaborarte se comportan de manera excesivamente protectora. Limitando el empleo de los diversos mecanismos de afrontamiento ante las situaciones complejas que se te presentan; o cuando quién te ofrece su ayuda, lo hace de mala gana o carece de empatía, actitud prudente o la paciencia necesaria para escucharte o ponerse en tu lugar. O en otras ocasiones, aquel individuo que es excesivamente crítico, te devalúa como interlocutor, exige beneficios a cambio de su apoyo, o intenta imponer su propia manera de pensar, sin respetar la condición por la que estás pasando.

Afortunadamente hay mucha gente a nuestro alrededor que puede brindarnos un apoyo oportuno y generarnos posibilidades para salir adelante en los momentos difíciles. En realidad, no necesitamos una gran red de amigos y familiares para beneficiarnos del apoyo social. Algunas personas encuentran gran camaradería entre un puñado de personas, ya sean compañeros de trabajo, vecinos o amigos de su iglesia o institución religiosa, por ejemplo. Infortunadamente, las habilidades sociales no siempre fluyen de manera natural y sencilla. Hay muchas personas que tienen problemas para establecer y mantener en el tiempo las conexiones sociales. Muchos otros pierden sus conexiones establecidas debido a cambios en la vida, como la jubilación, exilio, la reubicación o la muerte de un ser querido. 

En cualquier caso, es muy importante forjar nuevas conexiones para aprovechar los beneficios de una red de soporte saludable. Una red social contiene conceptos importantes como: la cuantía, las particularidades y las cualidades de las relaciones sociales, aunadas a cómo las percibimos.

Cómo sacarse al ex de la cabeza y el corazón



Ese hombre que alguna vez te prometió bajar el cielo y las estrellas para hacerte feliz, ¿dónde está hoy? Esa mujer que juró quedarse a tu lado para toda la vida, en las buenas y en las malas ¿desapareció? Pues ¡Afortunadamente ya no están! ¿Sabes por qué? Porque en este corto camino llamado vida, es fundamental que busques cómo olvidar a tu ex.

Por favor, no te desgastes más lamentando aquello que pasó o no pasó. Igual, desde el momento que estés leyendo esto, comenzará el mañana. Idealiza lo que quieres de ahora en más, permitiéndote conocer cosas nuevas para tu vida. A continuación, te daremos algunos tips, que serán el inicio de una vida sin sufrimiento emocional.
Básate en cómo se comporta tu expareja

Ya sea un familiar, un amigo, un personaje famoso, etc. La sicóloga de la Universidad de Stanford, Kelly McGonigal’s, plantea que debes basarte en tu persona ideal, para autocontrolarte. Es hora de adaptar a ti esa forma de ser que admiras, para comenzar a marcar la diferencia. Es más, sé consciente de que ellos también atravesaron algún momento que lograron superar y hoy lo manifiestan con orgullo.
Traza nuevas metas y cada día ten un propósito para olvidar a tu ex

Si es necesario, anótalo para cumplirlo al pie de la letra. Esa dieta que alguna vez quisiste comenzar, no la veas como un hecho esclavizante, sino un sacrificio que dará resultados. También, apúntate al gimnasio para bajar de peso, tonificar y/o moldear tu masa muscular. Practica yoga, retoma los paseos en bicicleta, sal a caminar por el parque, o cuanta actividad que tal vez antes no hacía parte de tu día a día.
Retira de tu vida todo lo que te acuerde a tu expareja

La importancia de eliminar de nuestra vida aquellos objetos que nos recuerdan a nuestra expareja ¿Tienes cartas llenas de promesas, fotos o regalos que te acuerdan de esa persona? Aunque duelan ¡Deshazte de ellos! Igualmente, son objetos que contienen intenciones que quedaron en el camino, pero que hoy, no representarán tu futuro. Siendo realistas, son materiales que te servirán más estando en la basura o en otras manos, antes que a ti.

Aprende a aceptar que el amor se acabó


Muchas son las consecuencias desembocadas por la inmadurez emocional, hay una que enmarca el apego afectivo y obstaculiza el desarrollo saludable en las relaciones de pareja: la ilusión de permanencia.

La fluidez natural de la vida tiene que darse, más allá de objeciones y rabietas está la certeza de habitar la incertidumbre y la necesidad de improvisar para sobrevivir: somos seres móviles tratando de adaptarse a escenarios abiertos que nunca se resuelven definitivamente.

Sin menospreciar la importancia de la planeación, hay que darle protagonismo a la flexibilidad que nos impide pegarnos ciegamente a nada.

Nada nos pertenece en realidad, “pagamos” una renta a la vida por todo mientras lo disfrutamos a nuestra manera. Vista así, la existencia se asusta. Como dice el viejo y conocido refrán: "No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista". Impermanencia de todas las cosas: el amor, el poder, la vida, el sufrimiento, la espiritualidad, la salud, la familia, los hijos, el trabajo, y así hasta el infinito.

La ilusión de permanencia o impermanencia (anicca, en pali) es quizás el factor principal que nos impide "abdicar sanamente" de los apegos. Aceptar la impermanencia te permite decir: "Se acabó" o "Se fue", sin tratar de recuperar lo irrecuperable. Es hacerle el "duelo a una relación" cuando el goce se desvanece o concluye; es la sabiduría de la extinción.

¿Cuántas veces has querido traer de regreso a alguien que ya no vendrá? ¿Cuántas veces te has quedado en "lo que podría haber sido y no fue", en vez de aceptar la pérdida? 

No existen puntos medios para un desapego bien procesado: hay que dejar ir lo que se ha perdido, dejarlo morir y aceptar su desaparición.

Con esto en mente, procesar una pérdida afectiva te dará más enseñanzas que sufrimiento.

No te vayas a casar con un hombre que tenga estos 12 hábitos


Si casarte es todo un dilema, ahora elegir al hombre con el cual compartirás el resto de tus días lo es aún más. Muchas veces desde pequeñas idealizamos al hombre de nuestros sueños, le ponemos un sinfín de cosas con las cuales creemos que seríamos felices pero finalmente la realidad termina siendo otra dependiendo de las cosas que nos toque vivir. No decimos que eso sea malo porque aunque no reúna todas las cualidades de tu hombre perfecto puede hacerte inmensamente feliz que es lo importante pero ahora imagínate quedarte con alguien que no cumpla la mitad de tus expectativas y que además te haga sentir que no mereces gran cosa, eso sí sería una tremenda pesadilla.

Cuando planees casarte tomate el tiempo de analizar a ese hombre que has elegido, se vale juzgar sus malas acciones y no pasar por alto actos inmorales, recuerda que cuando uno se casa promete que será hasta que la muerte los separe. Así que lee con atención los siguientes hábitos que si los tiene tu nombre debes huir lo antes posible y cancelar cualquier plan de boda o ¡tienes asegurada la infelicidad! Toma nota:


Odia a los animales

Es inconcebible que alguien diga que odia a los animales, ni siquiera teniendo una alergia se le perdona, simplemente no se les acerca y punto, así que si tienes una pareja que te pone a elegir entre él y tu mascota, elige sin pensarlo a tu mascota. Decir que los odia no muestra nada más y menos que empatía y si decides casarte con él estarás viviendo con alguien insensible ante un ser indefenso que no le hace ningún daño pero quizás él si sería capaz de hacérselo.



Odia a la familia

La familia es la familia y si él no respeta a la suya o a la tuya, estás en serios problemas pues cuando decidas casarte con él te alejarás de aquellos que te aman. Además, recuerda que los que siempre estarán hagas lo que hagas, serán tus padres, nunca rompas el lazo con ellos ni permitas que una relación te lleve a distanciarte, si es así, entonces ese hombre definitivamente no te conviene, ¡aléjate cuanto antes!

Rompe promesas

Todos tenemos momentos en que olvidamos las cosas pero las promesas es algo que deben cumplirse, claro, habrá ocasiones en que las circunstancias nos imposibiliten a hacerlo pero si se rompen con frecuencia lo mejor es eliminar a esas personas de nuestra vida, la realidad de esto es que a esa persona simplemente no le importas tanto, suena cruel pero es la realidad porque cuando uno quiere de verdad hace de lo imposible lo posible sin excusas, así que date la oportunidad de encontrar a alguien que si tenga 
palabra y cumpla lo que promete.

Es inmaduro en sus relaciones

Sea cual sea la relación, si él es de las personas que tras cualquier desacuerdo echa como si nada a la gente de su vida, ¡cuidado! Pues te está demostrando que en cualquier momento puede hacer lo mismo contigo, la impaciencia no es buena característica de un hombre con el que piensas compartir tu vida.


Eres su segunda opción

En una relación debe ser 50% y 50% para que las cosas funcionen, cuando uno ya no muestra interés o antepone todo antes que tú, quiere decir que él ya no está tan interesado y no significas para él lo que él significa para ti. Lo mejor es terminar y cada quien por su lado pues a la larga solo terminarás desgastándote, dando y dando uno se termina quedando sin nada. No hay justificación, recuerda que él que quiere estar lo está y punto. Recuerda que tú mereces ser prioridad.

Excusas en exceso

Que flojera una persona que en lugar de hacer solo de excusas, es la manera más clara de decirte que no le importas tanto como tú crees y que la verdad te mereces a alguien mejor, así que tómale la palabra y ve en busca de alguien que te de hechos y no pretextos.

Mata las conversaciones

Lo mejor en una relación es la comunicación, si él es un excelente conversador que mejor, pero si cada vez que tú le intentas contar algo, él simplemente asesina la conversación poniendo punto final y asimilando así que no le interesa lo que le tengas que decir, entonces tú debes asesinar esa relación pues no tiene caso estar con alguien para quien tu punto de vista, tus historias y tu día a día no es importante.

Es abusivo

En ningún ámbito está permitida la violencia sea física, verbal o psicológica. Huye lo antes posible de un hombre así y recuerda que nadie cambia en este aspecto, si te casas con un hombre que muestra signos de violencia en el noviazgo, estarás cometiendo el peor error de tu vida, ¡valórate y ve en busca de alguien mejor!


Mentiroso

No existen las mentiras piadosas, mentiras son mentiras sean grandes, lindas y supuestamente insignificantes, estas siempre terminan dañando cualquier tipo de relación y estamos seguros de que no querrás pasar el resto de tu vida con un hombre que le quita el protagónico a Pinocho. Es como una bola de nieve; mentira que le vayas pasando por alto, él comenzará a mentir con más frecuencia y las dirá una y otra vez hasta que de alguna u otra forma te termine lastimando. En una relación es primordial la confianza y la sinceridad, si estás no existen tu relación no tiene ningún futuro.

Las reglas de compromiso no significan nada para él

Por lo general, todas las relaciones tienen reglas que ambos deben cumplir para que todo fluya y la relación suba de nivel, es una clase de respeto hacia la relación y la pareja y si él se niega a cumplirlas deberías replantearte si de verdad vale la pena estar con alguien a quien no le interesa que todo marche bien entre ustedes.

Pelea constantemente

Discusiones siempre habrá en todas las relaciones, expertos aseguran que estas son sanas para ambos y que fortalecen la relación, sin embargo, si las peleas son constantes e interminables, lo mejor es poner fin. Ambos deben respetar sus puntos de vista y está bien que no siempre estén de acuerdo en todo, es parte de, pero si esto se vuelve rutinario replantéate si vale la pena tanto desgaste en vano.


Es pegajoso

Para estar con alguien los siete días de la semana las 24 horas del día, entonces consíguete a un niño, es de flojera que alguien quiera estar contigo todo el tiempo y no te de espacio ni siquiera para respirar. Recuerda que cualquier relación necesita de confianza, libertad e independencia, una relación madura no necesita que ninguno de los dos se comporte como un ¨llavero¨, al final uno se termina asfixiando.

viernes, 9 de febrero de 2018

¿Hablas solo? No estás loco, eres muy inteligente


Hablar solo es generalmente mal visto por la mayoría de las personas, que en ocasiones hacen comentarios insinuando que los que lo hacen quedan en ridículo o simplemente están locos.

Si alguien nos encuentra hablando solos, la reacción más común es que sintamos un poco de vergüenza, pero lo cierto es que no hay nada de qué avergonzarse cuando hablamos con nosotros mismos en voz alta. De hecho, si tienes la costumbre de hablar solo, deberías estar orgulloso, es una señal de que eres inteligente y productivo.


Cuando hablas solo estás pensando en varios planos al mismo tiempo. Primero estás formando la imagen mental de aquella cosa de la que estás hablando, y luego al decirlo en voz alta estás acercándote un poco más a la acción.

Un estudio publicado en el Quarterly Journal of Experimental Psychology concluye que hablar solo es beneficioso para llevar a cabo una tarea de forma eficiente. El experimento consistió en hacer que 20 personas buscaran pan o manzanas en un supermercado, y el resultado fue que las personas que repitieron en voz alta lo que estaban buscando lo hallaron más rápidamente que los que no lo hicieron.


Esto se debe a que cuando hablamos en voz alta estamos reforzando un mensaje y esto hace que nuestra memoria trabaje más rápido. Sin embargo, repetir las cosas en voz alta solo ayuda sabes cómo estamos familiarizados con lo que estamos buscando. De lo contrario solo lograremos confundirnos.

Al mismo tiempo, hablar en voz alta refuerza nuestro aprendizaje, nos ayuda a organizar pensamientos y también calma nuestros nervios. También nos ayuda a mantenernos concentrados en lo que estamos haciendo en cada momento.


En definitiva, las personas que hablan solas se han dado tiempo de escuchar su voz interna y son capaces de expresar lo que piensan y sienten, algo que les ayuda a encontrar la claridad y serenidad emocional que todos necesitamos.

La amistad de este perro y un búho será lo más hermoso que verás hoy


Un perro y un búho comparten hermosa amistad, Ingo y Poldi son animales adoptados por la fotógrafa Tanja Brandt. Ella retrata la hermosa amistad que existe entre estos dos animales. Ingo es un pastor belga, estos perros actualmente son utilizados como perros de pastoreo, y su facilidad para el aprendizaje los transformó en auxiliares de la policía, compitiendo en popularidad por las disciplinas en defensa con los pastores alemanes.

Poldi es un pequeño búho (Athene noctua) conocido como mochuelo común y mide cerca de 25 cm de longitud, su voz es fácil de escuchar en los atardeceres. Se suele ver sobre todo en paisajes mediterráneos, con olivos, matorrales, y algún que otro pedregal. También es frecuente verlo de día, posado sobre un poste. Es común en el sur de Europa y el norte de África.




Los animales son expertos en formar lazos de amistad y vínculos no sólo con otros animales si no también con personas. Este es el caso de Ingo, el pastor belga que cuida de este pequeño búho llamado Poldi.

Estas bellezas peludas y emplumadas son modelos perfectos para retratar momentos hermosos, dulces e inesperados entre dos especies extremadamente diferentes.





Tanja dijo a Bored Panda:

“Siempre me han gustado los animales, desde que era una bebé, a diferencia del resto de mi familia. Cuando era pequeña, encontré todo tipo de mascotas y luego las escondí a mis padres. Amo la belleza, el poder, la lealtad, el coraje y la amistad de los animales. Mucha gente podría aprender de ellos”.





Algunas amistades pueden parecer poco probables, pero en realidad, pueden mover montañas y derretir corazones.







Son amigos inseparables, van juntos a todo lado y han dejado a más de uno sorprendidos viendo estas fotografías que ha retratado Tanja mostrando al mundo la amistad de estos animales. Si te han gustado las fotos, comparte el artículo.